ASPECTOS QUE LA SINGULARIZAN

El respeto a las raíces no es incompatible con la modernidad y el desarrollo. Como en otros muchos pueblos de la provincia de Sevilla, el patrimonio artístico, devocional, inmaterial, festivo y religioso, al tiempo que son muestras de la historia, personalidad, y espiritualidad de sus gentes, son también un activo socioeconómico al que ni podemos ni debemos renunciar.

La Función del Señor es la mejor enseña de este pueblo y la Hermandad ha sabido mantener con toda su pureza sus ritos y tradiciones. El pueblo de Tocina, nunca ajeno a las fiestas del Señor, siempre protagonista de ellas, ha forjado todo un aparato de elementos y costumbres externas.

La fe al Cristo de la Vera+Cruz ha sido siempre el alma de muchos acontecimientos en la vida de la población en el correr del tiempo. El Cristo de la Vera+Cruz ha sido –y sigue siendo– la vertebración devocional del pueblo. Muchas obras sociales y religiosas, costumbres y fiestas, tuvieron su origen y se desarrollaron al amparo del Cristo de la Vera+Cruz. En el ámbito de la Hermandad nacieron diferentes movimientos: una banda de cornetas y tambores, un grupo de teatro, el coro, la ambulancia benéfica, la Asociación Cultural y Deportiva Hermandad de la Veracruz, el Movimiento de Ayuda a las Misiones, certámenes de bandas de música, viajes culturales, cursos de bordados, recogidas de alimentos para los más necesitados, becas para estudiantes, competiciones deportivas, catas de cerveza, cruces de mayo, verbenas, entre otros.

Nuestro pueblo siente las cosas de la Vera+Cruz. “Tocina no se entiende sin su Cristo”, como ya dijera el padre misionero Miguel Benítez, paisano de feliz memoria; o “Esta imagen es la raíz de todo: decir Tocina es decir Vera+Cruz y decir Vera+Cruz es decir Tocina”, como dice el Padre Bobillo, cura párroco que fue de este pueblo. Nada hay más profundamente tocinense que la devoción al Cristo. Cada corazón guarda un rincón reservado para Él, y aunque existan otras devociones, Él duerme siempre junto a ellas. El Cristo de la Vera+Cruz aparece por doquier en nuestra vida cotidiana. Así numerosas estampas con su imagen aparecen enmarcadas en la mayoría de los hogares, en muchos comercios e instituciones locales, o simplemente en la solapa de las carteras de bolsillo. Su imagen aparece también en el relieve de medallas de plata o de oro que penden de numerosos cuellos; en azulejos y óleos particulares; en las lápidas y panteones del propio cementerio, donde muchos de los que en paz descansan, fueron amortajados con el hábito de la Hermandad… Su advocación ha dado nombre a varios negocios y entidades, y es reflejo en varias nomenclaturas del callejero del pueblo: Barrio Cristo de la Vera+Cruz, Calle Veracruz, Avda. Pozo de la Ermita (alude a la antigua ermita de la Santa Vera+Cruz), Barrio Santa Cruz y Arco de Santa Cruz. Por otro lado, diferentes hermanos cruceros dan nombre a algunas calles: Enrique García Camacho, Dr. Julio González Márquez, Misionero Miguel Benítez, Sacristán Salvador Domínguez, Dr. Sopeña, Francisco Gordillo Santa–Cruz, Juan Villalba, etc. Incluso el Cristo da nombre a terrenos rústicos y urbanos: la huerta del Cristo, el peazo del Cristo… Del espejo retrovisor de cientos de coches cuelgan el cordón y la cruz de la Hermandad.

Hasta en el habla aparece nuestra devoción más querida. Es muy común escuchar expresiones de este tipo: “¡Ay Padre mío de la Vera+Cruz!”, “…después del Señor”, “…se blanqueará para la Función del Señor”, “…venimos pidiendo para el Señor”, “… antes del Señor”, “… te espero el día del Señor”, “hoy se llevan al Señor”, etc. Absolutamente revelador es que los tocinenses, al referirnos al Cristo de la Vera+Cruz, hablemos simplemente del Señor, sin necesidad de pronunciar su nombre o añadirle título de su advocación. No hace falta, sin nombrarle todos sabemos de quien hablamos.

A lo largo de la historia, el Cristo ha estado presente en cuantiosos bautismos, en los que el párvulo que recibía las aguas bautismales era puesto bajo su protección. Aún hoy día, se puede observar esas invocaciones en los registros sacramentales de la parroquia, acompañando al nombre impuesto las retóricas “… de la Cruz”, “…de la Vera+Cruz”, y “…de la Santa Cruz”.

  El exorno de las calles

Uno de los elementos característicos de las fiestas de la Función del Señor, es el exorno popular de las calles de la localidad. Este tipismo, fundado en una ornamentación y en un alumbrado extraordinario efímeros de calles y plazas, se basa en la instalación profusa de arcos triunfales de luz, colgaduras, banderas y otros materiales.

El grueso de la iluminación artística lo componen gran cantidad de arcos formados cada uno por una pareja de altos mástiles cilíndricos de metal pintados de color verde, que se unen por una ristra de bombillas colocada a modo de guirnalda, dando un aspecto al iluminarse bastante atractivo. Los arcos se alzan a lo largo de todo el recorrido de la procesión. Pero por otro lado, es costumbre disponer en los balcones y dinteles de las puertas, listones de madera llenos de bombillas, o alguna que otra tulipa con vela en su interior, sin olvidar los focos eléctricos que se ubican en diferentes barandas de azoteas. En determinados arcos, la guirnalda se remata en el centro con una cruz de bombillas. También, al principio y al final de algunas calles, las guirnaldas de los arcos adquieren un dibujo más elaborado, siguiendo una estructura férrea con roleos y otros motivos decorativos, consiguiendo verdaderos frontones. Igualmente, son dignos de reseñar los arcos elaborados en madera policromada, que se sitúan en puntos muy concretos del callejero.

Desde mediados de agosto, se inicia progresivamente el montaje de los arcos en las calles, labor que corresponde íntegramente al pueblo. Cada calle sostiene con cuotas o pedidos vecinales todo este aparato de iluminación para las fiestas.

Al tendido eléctrico festivo se suman las telas confeccionadas de distinta naturaleza. Las más utilizadas son las banderas nacionales y autonómicas, de tamaños diversos, que sirven de complemento a todo el entramado de arcos. De este modo, en cada mástil, se sitúan dos banderas a modo de gallardete, una para cada lado, y a través de cordones de banderitas, los arcos se van uniendo.

Igualmente se emplean banderas nacionales y autonómicas para el revestimiento de balcones y fachadas, pero ciertamente, es la tela de damasco color rojo la que impera en todo el recorrido. Por lo habitual, para cubrir un balcón o barandilla, se emplea el damasco color rojo, confeccionado con sus correspondientes paramentos dorados: broches, galones, cordonería, borlas, flecos, etc. Con todo también hallamos en algunos casos el terciopelo y el damasco color verde, así como las colgaduras del mismo color con el escudo orlado de la Hermandad.

Sin embargo, aunque con más exclusividad, podemos contemplar piezas más elaboradas, tales como reposteros, gallardetes, pendones, pancartas… realizadas en damasco pintado ornamentalmente o terciopelo bordado en oro o en aplicación.

El exorno popular, el 14 de septiembre, se ve además incrementado por las macetas que colocan los vecinos en algunas zonas del recorrido procesional, especialmente en el barrio de Santa Cruz; las alfombras de sal coloreada con motivos y dibujos; elementos forrados en papel picado de colores; farolillos y flores de papel; altares familiares preparados en algunos domicilios; cuadros y pancartas con la imagen del Cristo; suelos alfombrados de hierbas aromáticas, etc.

Cabe reseñar, que para estos días de fiesta, se pintan y acicalan la mayor parte de las fachadas del pueblo, y el 14 por la mañana temprano, se baldean las aceras de las casas. Es una usanza recibida de madres a hijas que se mantiene a través del tiempo.

Gala en el vestir

Podríamos hablar del cuidado que se pone en la vestimenta para el día 14 de septiembre, culmen de las fiestas. Es un día de estreno y de corte clásico en el vestir. La media etiqueta para los caballeros, las mejores galas en los atuendos de las señoras y señoritas.

A la función de iglesia de la mañana de ese día, numerosas mujeres, de todas las edades,  acuden al templo tocadas con la clásica mantilla española, predominando las de color blanco o beige. La negras se guardan para la noche.

Pirotecnia

Bien personifica a la Función del Señor lo referido a la pirotecnia. Como ocurre en la mayoría de los pueblos y ciudades, a lo largo y ancho de nuestra geografía, las fiestas de la Función del Señor se anuncian con pólvora.

La pirotecnia es un elemento bastante destacado, definitorio e intrínseco en esta celebración. Todo el período que contextualiza la Función del Señor, está acentuado por el lanzamiento de cohetes, constante que se intensifica en los días centrales, el 13 y el 14 de septiembre, cuando se pone de manifiesto todo el repertorio pirotécnico: cohetes trueno, cohetes bomba, cohetes de colores, cajas chinas, petardos, tracas, bengalas, toros de fuego, castillos de fuegos, etc.

Para cada acto que comprende el programa festivo, la Hermandad emplea el poder de convocatoria de los cohetes. Así, a base de quemar pólvora, se proclaman los traslados de ida y de vuelta, los días del quinario, la procesión del Santísimo Sacramento, la subida al paso, las llegadas de las bandas, los pasacalles musicales, la función principal de iglesia, la misa de la Virgen, etc.

Durante los días del quinario, siguiendo antigua costumbre, las campanas de la iglesia parroquial repican a gloria cinco veces cada día, una a las doce de la mañana –coincidiendo con el Ángelus–, otra a las tres de la tarde –en memoria de la muerte en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo–, y las restantes, media hora antes de dar comienzo los cultos vespertinos –los tres toques rutinarios llamando a misa–. En los cinco términos, mientras suenan las campanas, la Hermandad se encarga de lanzar cohetes.

Hay otro momento, más íntimo, quizás por estar reservado a los oficiales de la junta de gobierno de la Hermandad, que también se anuncia con la tirada de cohetes. Nos referimos al instante en el que la venerada imagen, bajada de su altar, es depositada en las andas de traslados, labor que se produce a finales de agosto o principios de septiembre, ya prestos a celebrar las fiestas.

Libremente, en paralelo a la Hermandad, el vecindario también gasta la pólvora esos días. Así, por su cuenta, lanza de manera espontánea cohetes durante los días de quinario y prepara todo un arsenal para los días centrales. Merece especial mención la noche de vísperas y toda la madrugada del día 14 de septiembre porque, pese a que la Hermandad interrumpe su quema oficial, es desmedida la proyección de cohetes.

Pero es en la jornada del día 14 de septiembre cuando la Hermandad y todo el pueblo bien exteriorizan los fuegos de artificio, sobre todo mientras el Cristo recorre las calles de la localidad por la noche.

Postulación

Los recursos de que dispone la Hermandad hacen posible año tras año el sostenimiento de las fiestas de la Función del Señor. Pero esta aseveración requiere una clarificación.

La Función del Señor, como fiesta local y hondamente arraigada en la vida del pueblo, se hace realidad cada mes de septiembre gracias en realidad a la gente. Es una fiesta del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo. La Hermandad, como depositaria de la devoción y responsable de la conmemoración anual, asume la gestión económica, pero el montante proviene en su mayoría de las aportaciones particulares. La Hermandad, sólo destina una parte de su presupuesto ordinario, que une a los ingresos que se originan  con motivo de las fiestas: asignación del excelentísimo ayuntamiento, donativos producidos tras la petición que se realiza en las calles con antelación, los donativos de la petición especial de la noche del 14, rifas, etc.

Todo cuanto a exorno de las calles se refiere, corre a cuenta de los vecinos. Cada calle ha creado con el paso de los años su propia economía, y a base de papeletas, cuotas y pedidos, costea el montaje y el mantenimiento del alumbrado y los elementos decorativos. Sólo de algunos dispositivos luminosos, se hace cargo la Hermandad y el Ayuntamiento.

Desde mediados del mes de agosto, los oficiales de la junta de gobierno de la Hermandad, llevan a cabo la postulación de la Función del Señor. Se trata de un pedido general por todos los domicilios de la localidad, comprendiendo al mismo tiempo la visita a negocios, comercios y entidades.

A estas aportaciones voluntarias, se suman las de la petición especial, postulación que se produce en la misma noche de la procesión del Cristo. La petición especial la realiza una comisión integrada por varios miembros de la junta de gobierno, que se van reuniendo a lo largo del recorrido procesional, en los domicilios de familias allegadas a la Hermandad.

Por otro lado, la Hermandad postula en el besapiés que se celebra al término del traslado de la imagen, tanto en el de ida como en el de vuelta; en la colecta de los días de quinario; en el besamanos de la Virgen; o en el atrio de la iglesia parroquial el día 14 durante la función de iglesia por la mañana, demanda que desempeñan mujeres ataviadas con la clásica mantilla, que al tiempo que reciben la limosna, prenden el moñito en la solapa del traje del caballero  o en el descote del vestido de la dama.

La música

La música es otro de los elementos que conforman la fiesta. Música y fiesta siempre han ido de la mano. Sus acordes sonoros dan alegría al ambiente y acompañan a las manifestaciones religiosas.

Buen número de bandas de música, de bandas de cornetas y tambores –de reminiscencias castrenses–, y de agrupaciones musicales, han actuado el día grande de las fiestas de la Función del Señor: alegres dianas por la mañana temprano, conciertos en la plaza de la Iglesia antes y después de la ceremonia religiosa, entradas en el pueblo, pasacalles y acompañamiento musical en la procesión.

El patrimonio musical del mundo cofrade sevillano, en toda su extensión, ha sido y es interpretado en las actuaciones. Marchas de cornetas y tambores y marchas brillantes llamadas de palio, invitan al gozo sensitivo de la música que deleita los oídos. Junto al repertorio compositivo cofrade hay espacio para los pasodobles e himnos militares tan propios de los desfiles.

Dentro de la música debemos exponer también la misión del coro de la Hermandad. A lo largo de los años, ha contribuido con la fiesta.  Numerosas letras musicales han sido concebidas en su seno; canciones propias para el culto interno de la Hermandad en septiembre que el pueblo conoce.

Un hecho digno de recordar fue el estreno de la conocidísima marcha Pasa la Virgen de la Soledad, compuesta para la Hermandad por el Comandante don Pedro Morales Muñoz, ocurrido el 14 de septiembre de 1988. Ese día, por la noche, a la llegada de la procesión al popular arco de Santa Cruz, la Banda de Música Soria 9, bajo la dirección de don Abel Moreno, interpretó magistralmente la citada marcha, para deleite de todo el pueblo allí congregado.

Muchas han sido las bandas de música que han venido para la fiesta. Podríamos relacionar algunas de ellas:

Agrupación Musical Cristo de la Expiración, de Los Rosales, Tocina (Sevilla).

Agrupación Musical Juvenil Corona de Espinas, de Sevilla.

Agrupación Musical La Redención, de Sevilla.

Agrupación Musical María Auxiliadora, de Jaén.

Agrupación Musical Plaza de Roma, de Montequinto, Dos Hermanas (Sevilla).

Agrupación Musical Santo Sepulcro, de Palma del Río (Córdoba).

Banda a Caballo de Tubas y Timbales, del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, de Sevilla.

Banda de Cornetas y Tambores Amor de Cristo, de San Juan de Aznalfarache (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores Corona de Espinas, de Sevilla.

Banda de Cornetas y Tambores Cristo de la Buena Muerte, de Villanueva del Río y Minas (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores Cristo del Perdón, de La Rinconada (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores de la OJE, de Tocina.

Banda de Cornetas y Tambores Juan Cebolla, de La Rinconada (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores La Legión Nazarena, de Dos Hermanas (Sevilla)

Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol, de Sevilla.

Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, de Coria del Río (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno, de El Viso del Alcor (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Merced, de El Viso del Alcor (Sevilla).

Banda de Cornetas y Tambores Padilla, de Tocina.

Banda de Cornetas y Tambores Padre Pío, de Sevilla.

Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, de Tocina.

Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas, de Triana, Sevilla.

Banda de Cornetas, Tambores y Gaitas del Regimiento Mixto del Cuartel de Eritaña, de Sevilla.

Banda de Música Asociación Cultural Guadalrosal, de Los Rosales, Tocina (Sevilla).

Banda de Música Cuidad de Carmona, de Carmona (Sevilla).

Banda de Música de la División de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno, Cornetas y Tambores del Regimiento de Soria 9, Guión y Escuadra de Gastadores.

Banda de Música de la Policía Armada, de Sevilla.

Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana (Sevilla).

El Altar de cultos

Los cultos de Regla en forma de quinario que se le tributan al Señor, constituyen el sentido litúrgico de la fiesta. Compitiendo con el retablo barroco de la capilla mayor, se levanta en el presbiterio un alto altar efímero para la ocasión, cuajado de flores y de cera. Todo se dispone con un gusto heredado.

En cuanto a la instalación del altar portátil de culto y la decoración del interior de la iglesia, la Hermandad emplea una serie de enseres y colgaduras. El plan del altar de culto se forma con unas estructuras metálicas revestidas de terciopelo y frontales de plata, que soportan la candelería y las jarras con flores. En el centro se sitúa la imagen del Señor, que tiene como fondo un magnífico dosel bordado. Todas las columnas del edificio y el balcón del coro se cubren con colgaduras. En el exterior, la plaza de la Iglesia es adornada con guirnaldas de luces, y desde los vanos de las torres, penden banderas.

Esta estructura dura hasta el último día de quinario, que coincide con la noche de vísperas –13 de septiembre–. Nada más finalizar la procesión extraclaustral, se procede a desmontar el “jardín cerrado”, como dijera el poeta, y a ubicar la sagrada imagen en sus andas de traslado para el acto de la subida de esa misma noche. Sólo permanece el dosel y los cortinajes que sirven de fondo, así como la moqueta y las alfombras que cubren el suelo del presbiterio.

El paso procesional, una vez colocada la imagen en el mismo, en el transcurso del acto de la subida, es situado sobre el presbiterio, a modo de altar de culto –costumbre que se mantiene desde 1982–  para la función principal de instituto del día 14 por la mañana.

Honores municipales

1964

El Pleno del Cabildo Municipal de Tocina, reunido en sesión ordinaria el día 1 de abril de 1964, acuerda por unanimidad denominar a la UNIDAD VECINAL de Absorción de 76 viviendas construidas por la Obra Sindical del Hogar de Sevilla CRISTO DE LA VERA+CRUZ, “considerando que el Grupo de viviendas se haya ubicado en terrenos colindantes con la Ermita en que desde tiempo inmemorial se venera la Sagrada Imagen del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz”.

1967

El Pleno del Cabildo Municipal de Tocina, reunido el 27 de agosto de 1967, acuerda “declarar FIESTA LOCAL a efectos laborales el día 14 de Septiembre de cada año, fecha en que se celebran las tradicionales fiestas en honor del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y que en el momento oportuno se comunique así a la Delegación Provincial de Trabajo a los efectos legales pertinentes”.

1970

El Pleno del Cabildo Municipal de Tocina, reunido en sesión ordinaria el día 26 de julio de 1970, acuerda por unanimidad elevar una instancia al Palacio Arzobispal de Sevilla, para que se nombre PATRONO OFICIAL DE LA VILLA al Stmo. Cristo de la Vera Cruz, “en razón, del sólo a que tradicionalmente es la imagen de más arraigada devoción local e incluso comarcal desde hace varios siglos”. Tras la correspondiente tramitación, el Secretario y Canciller de la Diócesis, don Andrés Galindo, notificaba, con fecha 24 de septiembre, el decreto desfavorable del Prelado hispalense, Cardenal Bueno Monreal, por el que se manifestaba que, “sólo los santos pueden elegirse como patronos de las naciones, regiones, diócesis, lugares” y que no era factible, por tanto, el nombramiento. Este dato pone de manifiesto el reconocimiento del Ayuntamiento en cuanto al arraigo y la extensión de la devoción en la localidad, aunque el proceso no fructificara.

2009

El Pleno del Cabildo Municipal de Tocina, reunido en sesión ordinaria el día 19 de junio de 2009, acuerda por unanimidad conceder a la Hermandad la PRIMERA MEDALLA DE ORO DE LA VILLA y una Metopa con MENCIÓN HONORÍFICA, de acuerdo con el Reglamento Municipal de Protocolo, Honores y Distinciones en vigor, justificado en los méritos humanos, sociales, solidarios y culturales que han marcado la vida de la corporación.

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